6.12.06

Traso no recordaba que doliese tanto cuando le dejó Melania. Miraba al hipermercado de enfrente que a veces se empañaba con sus lágrimas, y otras sólo fijaba en él su vista congelada. Recuerda llorar mientras se duchaba, faltándole el aliento. Sentir que por algún lado le esperaba algo agresivo. Con el tiempo se alivió al darse cuenta de que ya no tendría que seguir esperándola. Se dejó de dudas, de preguntarse qué sintió por él, cuánto menos que él, si fue lo suficiente... La certeza de una vida sin ella y sin buscarla por los rincones y por la memoria. Por lo menos ya no era una agonía. La perdió y eso es todo. A muchos les pasa. Le dijeron que era normal, y él lo sabía. Pero no hizo que se sintiese mejor. Recuerda que los primeros días le temblaban las manos, no tenía hambre, y sí unas contínuas ganas de vomitar. Muchas veces, haciendo que estaba alegre, sonreía, y acababa con una sensación de paz, de que después de la tormenta nunca viene la calma, pero sí una serenidad con el mundo que te dice que, hasta eso, se podía superar. Si lo superaba, él era alguien fuerte y con un bagaje denso y que contar. Aún así no dejaba de imaginársela día tras día, cuando superaban juntos los límites de la felicidad, cuando en sus ojos se reflejaba su vida entera.

Pero esto era distinto. Vergüenza, ridiculez, vanidad. No era alguien que superaba algo, que recuerda una historia breve, pero bella. No. Ahora era más simple. La historia bella no existió, y se dió cuenta, de pronto, con un disparo de nieve que diría Silvio, de que jugaron con él, de que se rieron, de que fue tonto, de que pasó años, horas y minutos de su vida pensando y dedicándoselos a alguien que sólo lo quería para no aburrirse. No hicieron falta palabras para saber que provocó asco, risa, y burla. Se lo demostró. La diosa de todas y cada una de sus ilusiones en todos estos malditos años. Melania.

3 Comments:

Blogger Rodolfo N said...

Suele ocurrir
Hermosa narraciòn, cala hondo.

11:57 AM  
Blogger simalme said...

Un orgullo que te pueda haber gustado, gracias.

8:31 PM  
Anonymous Anonymous said...

Ea, ya llegó ELLA. Las ELLAS me causan un extraño efecto, comunmente conocido como irritación debido a una crisis aguda de envidia malsana. Ya sean Beatrices,Lauras, Silvias, Raqueles, como dice Gianluca Grignani "para cada hombre hay una como tú",una ELLA que les marca y les obsesiona.

7:07 AM  

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